Según los datos del último Estudio ManpowerGroup “Escasez de Talento: Qué quieren los profesionales”, cuatro de cada 10 directivos españoles aseguran hoy tener dificultades para encontrar el Talento adecuado para sus organizaciones. Es la cifra más alta registrada desde que se publica el estudio y prácticamente duplica el porcentaje obtenido por España en el análisis anterior, pasando del 24% al 41%.
Pero además, la complicada situación que dibuja el desajuste de Talento en nuestro país no es un caso aislado. Así, la tendencia aquí marcada se registra a nivel mundial y mientras sólo un 18% de los países no detectan escasez de Talento, el porcentaje de directivos que está experimentando dificultades para encontrar Talento a nivel global se sitúa en un 54%, la cifra más alta de la década. Dicho de otro modo, más de la mitad de las compañías de todo el mundo tiene hoy problemas para encontrar a las personas con las habilidades que necesita.
La irrupción tecnológica, la digitalización y la automatización tienen mucho que ver con este fenómeno. El mundo cambia a una velocidad sin precedentes y divide a los profesionales entre los have y los have not; es decir, entre un grupo con las habilidades y competencias requeridas y otro menos empleable que no ha conseguido reinventarse de forma constante para formar parte del mundo que una y otra vez renace.
Los cambios continúan acelerándose mientras la mayoría de las empresas a nivel mundial aumentan o mantienen su plantilla sin reducirla a causa de la automatización. Desde luego estas son buenas noticias que acallan los rumores de quienes aseguraban que la revolución digital destruiría millones de empleos. Sin embargo, resulta evidente que, a medida que se necesitan nuevas habilidades y roles laborales, la urgencia de una Revolución de las Competencias o Skills Revolution -una de las 5 principales Tendencias del Futuro del Empleo definidas por ManpowerGroup– se impone como uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.
En este contexto, resulta evidente que nuestra capacidad para aprender se convierte hoy en la competencia más importante para garantizar el éxito en el mundo laboral. Como líderes es nuestra responsabilidad impulsar una cultura de aprendizaje o learnability que promueva la movilidad laboral, proporcione a las personas itinerarios de aprendizaje relevantes y les ayude a encontrar el tiempo de aprendizaje para que puedan desarrollar su potencial en su puesto actual y de cara al futuro.
Pero además, para detectar, desarrollar y comprometer el mejor Talento, las empresas necesitan saber qué quieren los profesionales y, aunque no hay patrones universales, pues lo que éstos desean varía según la edad, el género, la geografía y el momento de la carrera profesional, un mayor salario, flexibilidad y motivación son factores fundamentales para todos. Los líderes deben atender a sus demandas, adaptándose a sus necesidades y deseos para así expandir y potenciar su Talento, y deben ayudar a las personas a desarrollar nuevas habilidades para así adaptarse a los empleos del futuro y convertirse en creadores de Talento.
Es decir, cualquier líder que pretenda hoy garantizar la sostenibilidad de su compañía debe comprender qué quieren, necesitan y desean sus profesionales. Debe saber que el Talento demanda un propósito claro de la empresa y un empleo con condiciones flexibles que recompense la productividad por encima del presentismo y que les permita además impulsar su aprendizaje continuo o learnability.
Tal como ha remarcado ManpowerGroup en el Foro Económico Mundial de Davos, a medida que se acelera la transformación tecnológica, las organizaciones deben convertirse en generadoras e imanes de Talento, adaptándose a las necesidades de sus profesionales y acompañando a las personas en el Futuro del Empleo. Sólo así conseguiremos reducir el desajuste de Talento y equilibrar necesidades.