El deporte conforma una de las mayores manifestaciones externas del ser humano. Se basa mayoritariamente en el entrenamiento para conseguir como mínimo una condición física saludable.
Últimamente, el deporte y sociedad están más unidas que nunca aunque no hayan buscado ese “maridaje”, el nombre España ha alcanzado cuotas inimaginables a través de los triunfos deportivos, cada vez son más los que practican deporte y en gran medida guiados por estos éxitos.
No cabe duda que su práctica trata de obtener un beneficio físico y por consiguiente, se convierte en una gran medida preventiva de enfermedades que proporciona, finalmente, un importante ahorro económico para las arcas del estado.
También existen estudios que demuestran un menor absentismo laboral entre sus practicantes, produciéndose un mayor incremento en el rendimiento personal del trabajador, prueba de ello que cada vez son más las empresas que instalan un gimnasio en sus instalaciones y contratan un profesional/entrenador apropiado al personal de la misma.
También hay que tener en cuenta el beneficio que proporciona al desarrollo mental en el sector educativo, (seguro que nuestro admirado José Antonio Marina lo tendrá presente) donde el rigor y el sacrificio son imprescindibles.
Pero alejándonos de la “moda”, tengamos en cuenta que se trata de un ejercicio que requiere una condición saludable para su práctica. Por ello, antes de iniciarnos en el deporte tomemos las medidas preventivas que nos habilite para ello. Es decir pasemos un reconocimiento médico que nos faculte para la práctica del mismo. Porque en la misma medida que el deporte es saludable, también puede perjudicarnos si no tomamos las precauciones necesarias que nos indique que ejercicio se ciñe a nuestra condición.
Como hemos visto todo son beneficios así que adelante con su práctica. Marquemos en nuestro horizonte metas que en principio podemos alcanzar y, poco a poco, llegaremos a ser unos deportistas de “élite”.