Barcelona, 10 de Noviembre de 2016
Reflexión, análisis y meditación. Ese fue el esquema desarrollado por Mario Alonso Puig, mentor del área de Neurociencia y Liderazgo de Human Age Institute, en la masterclass que impartió en Barcelona el pasado 10 de noviembre bajo el título “Neuroliderazgo y gestión de las emociones”. Nuestras emociones impactan directamente en la salud, las relaciones humanas y el nivel de desempeño. Por eso conocer, comprender y aplicar los fundamentos de la Neurociencia Afectiva, según explicó Alonso Puig, nos permitirá, entre otras cosas, potenciar nuestro liderazgo en momentos de cambio e incertidumbre.
Nuestro mentor en Neurociencia y Liderazgo explicó en su masterclass qué es la zona de confort y por qué nos sentimos bien en ella aunque en realidad estemos amenazados y analizó las consecuencias de dar el salto y abandonar esa zona para aventurarse a enfrentar nuevos retos.
La primera invitación de Mario Alonso Puig fue directa. “Tiene que desaparecer la incertidumbre como actor principal para que aparezca la aventura, la evolución y la contribución. Cuando una persona sale de su zona confort, deja de ver las cosas como las veía”, aseguró el mentor. Para llegar a ese punto “necesitamos un push, un empujón. El push es la opción para salir de este espejismo en el que vivimos, donde, por controlar, por sentirnos cómodos, por sentir que es predecible, no dejamos que la curiosidad avance”. Las decisiones que acompañen ese push serán, según el mentor, “decisiones incómodas de inicio, pero llevarán, después, al crecimiento de la persona”.
¿Cómo dar el salto?
En la toma de decisiones importa la valentía, la confianza y asumir, además, que no siempre se acierta. Aquí tiene un papel fundamental el liderazgo, explicó el mentor. “Porque el liderazgo tiene todo que ver con dar ese empujoncito. Liderar es dar ese salto. Un salto desde la inspiración, no desde la obligación. Dar ese empujoncito desde el afecto, no desde la imposición. Darlo desde el ejemplo. Es un ‘vamos juntos a saltar’. El auténtico líder te ayuda a confiar en que, si saltas, hay vida más allá de lo conocido”, afirmó Mario Alonso Puig.
El liderazgo no es nada sin compromiso y, precisamente este factor, es primordial para conseguir dar ese salto y salir de la zona de confort. “Si no existe el compromiso, te vuelves. Abandonas ese reto y tiras la toalla”. Como bien explicó el mentor, el agua no puede mover nada a 99º pero si lo hace a 100º porque genera vapor. “Así es el compromiso: o es total o no vale para nada”, remarcó.
Dar el salto permite, además, que avance el talento. “No confundamos la falta de expresión de talento con que no exista talento. Ese empujoncito, el salto, lo hagamos nosotros u otros, tiene que tener firmeza y consideración. También, ternura hacia cada persona. Y, siempre, hagamos un push como invitación y no como obligación. Si hay obligación, no se expandirá”, aseveró Mario Alonso Puig.
Un acto meditado y en calma
La masterclass de Mario Alonso Puig se cerró con un ejercicio de meditación o mindfullnes. “Es el modo más acertado de conseguir dar el salto”, según el mentor. Para ello, invitó a los asistentes a acomodarse en el extremo de su asientos y relajar el cuerpo. Con los ojos cerrados y con una suave música de fondo, Alonso Puig solicitó una respiración profunda, presente y calmada de los asistentes. La atmósfera que se creó en ese punto de la exposición fue toda una experiencia. Los asistentes abandonaron sus preocupaciones diarias, sus correos y sus móviles para sólo escucharse a sí mismos.
“Women in management”
Nuestro mentor en Neurociencia y Liderazgo dio después paso a Pedro Casaño, director de Recursos Humanos de Mondelez, quien presentó una iniciativa estratégica de talento absolutamente ligada al tema abordado en la masterclass e implantada hace dos años en su organización. Un proyecto que, según Casaño, “nace con el objetivo de posicionar a los perfiles de talento femeninos en puestos de liderazgo de la compañía”.
“Women in management es un proyecto desarrollado en España y es una iniciativa en la que, lejos de ser ajenos a la realidad por la falta de mujeres en los puestos de dirección, queríamos potenciar el número de mujeres que teníamos en roles directos”, explicó Pedro Casaño. “Pudimos potenciar mucho más el rol de la mujer. Creamos iniciativas más intuitivas, sensibles y cooperativas. Durante dos años, eso ha ido creando una cultura y un tipo de competencias en el liderazgo mucho más femenino. Muchas mujeres querían ascender a puestos directivos y encontraron un entorno favorable para ello. A día de hoy, un 36% de las personas que ocupan altos cargos son mujeres. Ese dato se ha triplicado en los últimos dos años. De inicio, sólo el 11% eran roles femeninos directivos”, aseguró Casaño.
Entre las diferentes iniciativas puestas en marcha en Mondelez destacan proyectos como felicitar los aniversarios de las parejas de las mujeres que querían ocupar cargos directivos. “Les mandamos una carta a sus parejas para darles las gracias porque estaban creando un espacio familiar muy constructivo”, explicó Casaño. Además, tras trabajar con diferentes grupos de mujeres, “cambiamos el tipo de mensaje que emitían los directivos e incorporamos unos mensajes más intuitivos, sensibles, emocionales”.
“Mondelez ha logrado esos objetivos al aplicar un los cambios con un empujoncito suave, con un push bien acompasado”, explicó Casaño tomando el hilo de la masterclass impartida por Mario Alonso Puig. “Gracias a ello, hemos ganado en riqueza de estilos de dirección que ahora son mucho más emocionales, mucho más intuitivos. En definitiva, basados en personas”, concluyó Pedro Casaño.