Los cambios legales que han ayudado a visibilizar y normalizar la diversidad sexual son fruto de la lucha de generaciones anteriores que han vivido una realidad diametralmente opuesta a la de los jóvenes de hoy. Hace sólo dos décadas, la legalización de matrimonios y uniones civiles era prácticamente impensable incluso en los países más desarrollados de nuestro entorno y, sin embargo ahora, 31 de los 50 países y los 8 territorios dependientes del continente europeo reconocen algún tipo de unión entre personas LGTBQI+, entre ellos la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea (23/27). Hemos recorrido, pues, un largo camino pero aún queda mucho por hacer y las compañías juegan un papel fundamental como actor social de máxima relevancia.

Conviene repasar algunos datos extraídos del reciente estudio de ManpowerGroup Diversidad e inclusión en el mundo del empleo; empresas europeas 2022. Cuatro de cada 10 profesionales prefieren ocultar su orientación sexual o su identidad de género en una entrevista o para poder optar a un ascenso. Decisión que, en gran medida, encuentra su motivación en el hecho de que en el 59,6% de los casos, los profesionales que han declarado su condición LGTBQI+ no han sido promocionados tras salir del armario. Pero, además, un 61,3% de profesionales ha escuchado comentarios despectivos hacia compañeros LGTBQI+; uno de cada dos provenía de un superior.

Sin embargo, dicho estudio también recoge que cuatro de cada 10 profesionales europeos se decantarían por compañías con políticas sólidas de Inclusión, Diversidad e Igualdad. Además, las organizaciones que apoyan e incluyen al colectivo LGTBQI+ en sus equipos son lugares más innovadores (82,9%) y productivos (79,9%). Es decir, que en un contexto de alarmante Desajuste de Talento (recordemos que el 75% de los empresarios a nivel mundial asegura no encontrar a los profesionales con las habilidades que precisa y que en España esa cifra se sitúa en el 80%), las compañías que apoyan las políticas DEI se convierten en imanes para el tan codiciado Talento y además ofrecen más soluciones y más innovadoras a sus clientes; es decir, son más competitivas, sostenibles y, casi con total seguridad, más rentables.

Así, aunque compañías de todos los sectores y rincones del mundo tengan aún un largo camino por recorrer para alcanzar la plena inclusión, abrazar la diversidad y garantizar la igualdad, parece evidente que el desarrollo de políticas sólidas de DEI no es opcional. No podemos avanzar hacia un futuro del empleo que incluya a unos y olvide a otros. Hoy nos referimos al colectivo LGTBQI+ porque, sin duda, este es el mejor momento del año para analizar su situación, recuperar demandas y analizar logros. Pero, en realidad, el mercado laboral debe acogernos a todos sin excepción alguna, ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, orientación sexual, procedencia, religión o capacidades. Es un claro win win. Gana la sociedad que avanza hacia una realidad que ofrece oportunidades para todos y ganan las compañías que amplían inmensamente su pool de Talento sólo por dejar atrás los más retrógrados planteamientos.  

En Fundación Human Age Institute creemos en el potencial humano y abogamos por la aceptación, el respeto y la inclusión. Por eso, desde nuestra área específica de Diversidad e Inclusión, y con el apoyo de nuestra experta en la materia, Mercé Brey, haremos todo lo posible para combatir el racismo y fortalecer la diversidad, la equidad, la inclusión y la pertenencia en las organizaciones. Queremos acompañar con planes específicos a las más de 1.000 compañías que ya nos apoyan en este apasionante reto. Estamos convencidos de que sólo así ampliaremos el pool de Talento y podremos caminar juntos hacia un futuro del empleo que cuente con todos.