Por: Sonia Garrido, Talent Advisor Specialist
El elevator pitch es un discurso corto, conciso y de impacto con el que deberías de ser capaz de despertar el interés de tu interlocutor por ti o un proyecto. Te lo explico de una manera más simple, es la respuesta que das cuando te preguntan: ¿a qué te dedicas?
A veces, te pillan preparado y lo bordas. Otras veces, sin embargo, no tienes interiorizado el discurso y pierdes una buena oportunidad de dejar huella profesional. Vamos a intentar que no te vuelva a pasar.
1º CORTO
Piensa en ese amigo que te envía audios de 3 minutos (si no tienes ese amigo, es que eres tú). Pues eso, en el mundo en el que vivimos, no vas a tener a tu disposición a otra persona para que le cuentes tu vida durante media hora.
El tiempo variará un poco en función del lugar en el que lo vayas a utilizar (más adelante te cuento), pero en cualquier caso no debería superar los 2 minutos. De hecho de ahí viene su nombre (discurso de ascensor). Debe durar el tiempo que pasas en un ascensor (no hablamos de rascacielos, claro).
2º CONCISO
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, conciso significa “brevedad y economía de medios en el modo de expresar un concepto con exactitud”. Pues eso, que en pocas palabras debes ser capaz de contar algo interesante, sin irte por las ramas. Te puedes ayudar de lo que hayas trabajado en tu objetivo profesional. Aquello que escribiste para tu extracto de LinkedIn o para tu CV, dice cosas interesantes sobre ti. Ahora sólo debes adaptarlo a formato oral.
Un consejo, no necesitas memorizarlo, de hecho quedaría poco natural si lo repites en modo papagayo.
Piensa qué tres conceptos quieres dejar claros y que no se te olvide incluirlos siempre en tu discurso.
Estructúralo todo:
- Quién eres: tu nombre y etiqueta profesional.
- Qué quieres, qué haces: tus fortalezas, lo que aportas, lo que resuelves, en qué te diferencias de otros o con qué disfrutas.
- Pará que te presentas a esa persona. El objetivo. Por ejemplo, conseguir una entrevista.
3º DE IMPACTO
Que deje huella en la otra persona. Que tenga ganas de conocer más de ti. Que cuando te vayas, recuerde (al menos) algunos de los conceptos que has destacado.
¿Cómo?, ponle pasión. Pregúntale a alguien por el viaje más maravilloso que haya hecho en su vida o por algo de lo que se sienta verdaderamente orgulloso y fíjate en su mirada, ¿ves la luz? Fíjate en sus gestos, en su sonrisa, en cómo lo cuenta. Victor Kuppers lo llama el efecto bombilla.
Ese es el tipo de pasión que necesitas ponerle a tu discurso. Cuando disfrutamos con algo, se nos nota y contagiamos al otro. Que tu pasión por tu trabajo, por lo que haces o por lo que quieres hacer, se note en tu mirada y en tus gestos. Ilumina.
4º ADAPTA
No te presentas del mismo modo a todos los sitios a los que vas, ¿verdad? Debes adaptar tu discurso a lo que creas que va a resultar de interés a la persona a la que te diriges ¿Qué quiere oír?
5º PRACTICA
Cuantas más veces lo hagas, más interiorizarás tu discurso y más seguro te sentirás con él. También podrás ir siendo más creativo.
¿Dónde podrás utilizarlo?
Podrás utilizar tu Elevator Pitch en muchas situaciones. En un foro de empleo, evento networking, en una dinámica de grupo, en una entrevista de trabajo e incluso en eventos sociales no laborales (los de RR.HH. también van al gimnasio…)
¡Nunca sabes dónde y cuándo vas a tener la oportunidad de presentarte!
|