Para precisar nuestra definición de talento, voy a compararla con algunas nociones cercanas. La primera de ellas es la succesful intelligence elaborada por Robert J. Sternberg, uno de los más reconocidos expertos mundiales en temas de inteligencia. Criticó duramente los test tradicionales de inteligencia, en su obra “Mas Allá del Cociente Intelectual” (Desclee de Brouwer, 1990) proponiendo un enfoque más amplio, y más estrechamente relacionado con la acción. Reconocía tres componentes de la inteligencia: los procedimientos, las redes de memoria, y las funciones ejecutivas que decidían las metas y activaban los procedimientos y los conocimientos necesarios para alcanzarlas.
Definió la successful intelligence como (1) la habilidad de realizar las propia metas vitales dado el contexto sociocultural, (2) capitalizando las fortalezas y corrigiendo las debilidades, (3) para adaptarse al entorno, cambiarlo, o seleccionarlo, y (4) a través e una combinación de habilidades analíticas, creativas y prácticas. Pueden hacer un test de cada una de estas habilidades.
Inteligencia analítica
- identificar y definir los problemas;
- utilizar procedimientos para localizar los recursos;
- utilizar modelos diferentes para representar y organizar la información;
- saber formular y monitorizar las estrategias de solución de problemas; y
- saber evaluar las soluciones, lo cual supone utilizar el pensamiento crítico para valorar el resultado y el feedback.
Inteligencia creativa
- cómo se redefine el problema;
- saber cuestionar y analizar las soluciones;
- cómo vender las ideas creativas
- fomentar la generación de ideas;
- enseñar a reconocer las dos facetas del conocimiento;
- enseñar a identificar y bordear los obstáculos;
- mostrar la importancia que tiene el arriesgarse intelectualmente;
- tolerar la ambigüedad;
- transmitir el significado y valor que tiene la auto–eficacia;
- enseñar a encontrar y satisfacer los verdaderos intereses;
- enseñar a retrasar la gratificación;
- modelar el contexto donde se desarrollan y producen las ideas creativas y divergentes.
Inteligencia práctica
- automotivarse;
- controlar sus impulsos;
- el valor que tiene tanto la falta como el exceso de perseverancia;
- poner su pensamiento en acción, es decir, actuar y poner las ideas en práctica;
- lograr el resultado, sin perder de vista la importancia del proceso;
- no demorar el trabajo;
- tomar iniciativas para diseñar trabajos;
- superar el miedo al fracaso;
- nunca echar la culpa a quien no le corresponde;
- evitar la excesiva autocompasión;
- favorecer la independencia;
- no recrearse en las dificultades personales;
- favorecer la concentración;
- saber adquirir las responsabilidades justas;
- la importancia que tiene ver el bosque y no sólo los árboles: es interesante saber cuándo dejar los detalles para fijarnos en la situación global;
- confiar en uno mismo en su justo término, porque demasiada o muy poca autoconfianza aleja a la persona de la realización de la tarea.
Como he dicho, hay muchos puntos en común entre la noción de “talento” y la de “inteligencia exitosa”. Por eso, en ocasiones he definido el talento como “inteligencia triunfante”. Hay, si embargo, diferencias. En el concepto de talento se incluye la evaluación de las metas, cosa que Sternberg no hace. En segundo lugar, no enfatiza que lo importante no es “saber hacer algo”, sino hacerlo. En tercer lugar, no tiene apenas en cuenta los factores emocionales.Creo que nuestro modelo completa el suyo.
Bibliografía
Sternberg, R.J.-“The theory of Successful Intelligence”, Revista Interamericana de Psicología/Interamerican Journal of Psychology – 2005, Vol. 39, Num. 2 pp. 189-202
Sternberg, R.J. Inteligencia exitosa. Cómo una inteligencia práctica determina el éxito en la vida. Paidós Ibérica. Barcelona, 1997.