Silvia Leal es uno de los pocos ejemplos de mujeres verdaderamente volcadas en un coto que parece reservado en su mayor parte para hombres: la tecnología. Doctora, experta en innovación y tecnología, Leal, considerada una de las 10 pensadoras más influyentes en España, es directora académica de programas de Innovación y Tecnología en la escuela de negocios IE Business School, asesora de la Comisión Europea (institución con la que colabora en el desarrollo de programas como e-Skills), miembro del consejo de la plataforma de directores de Tecnología CIONET y consejera de Thinking Heads. Y por si no tuviera bastantes tareas esta ejecutiva acaba de escribir un libro junto a Jorge Urrea, Ingenio y Pasión, que intenta aportar luz sobre cómo fomentar la innovación en las organizaciones. Un año más se celebra el Día Internacional de la Mujer, y sigue sorprendiendo la escasa presencia de este género en un sector de futuro como pocos. Sobre ello y sobre la innovación en general y las oportunidades que trae consigo la apuesta por las TIC, sobre las que muchos siguen haciendo oídos sordos en España, reflexiona en esta entrevista Silvia Leal.
¿Qué le ocurre al sector TIC? La falta de talento es uno de sus grandes problemas en la actualidad. De mujeres pero también de hombres.
Desde luego la falta de talento existente en Europa sorprende teniendo en cuenta que el de las tecnologías y el mundo digital genera 2,6 empleos por cada puesto de trabajo que desaparece en el sector tradicional, según el informe Internet Matters, del McKinsey Global Institute. El ámbito de las TIC trae importantes oportunidades consigo. Aunque debido a la crisis en Europa se han perdido 5,6 millones de puestos de trabajo, la CE pone de manifiesto en un reciente informe que el mercado laboral TIC ha crecido por encima del 3% y en el año 2020 se espera que lo haga un 7,6%. Por otro lado, la brecha existente en la empleabilidad TIC es patente: hay 372.000 vacantes en el ámbito tecnológico y se calcula que para 2015 quedarán sin cubrir 864.000 puestos en este sector. En el nicho de big data, por ejemplo, uno de los que tiene más futuro y que supondrá una revolución a la hora de analizar e interpretar los datos, para cada cien vacantes solo hay cuatro profesionales disponibles. Y el problema es que a pesar de la necesidad existente de personal cualificado en este sector las matriculaciones en carreras técnicas siguen cayendo a un ritmo del 23,5% en España.
“El mundo digital genera 2,6 empleos por cada puesto de trabajo que desaparece en el sector tradicional”
¿Cuál es el origen de esta situación?
El problema es que en Europa y en España también nos tenemos que creer que lascosas han cambiado y que lo que impulsará el empleo es el entorno digital. Las universidades y las escuelas de negocio deberían modificar sus actuales programas de formación y adaptarlos al nuevo panorama. De ahí que hayan surgido iniciativas como la que se ha promovido en el seno de la UE, e-Skills, consistente en analizar los currículos de las carreras y de las escuelas de negocio para ver si estaban bien enfocados hacia este escenario. Lo que ocurre es que lo que se ha descubierto es que de 1.150 muestras analizadas solo 21 cumplían los requisitos. Es decir, hay un gap absoluto entre lo que el mercado demanda y la formación que se da a los futuros profesionales.
¿Cómo debería ser esta formación?
Lo básico es que un 25% de su currículo sea de negocio y otro 25% de tecnología, el resto deberían conformarlo aspectos relacionados con la innovación, la gestión del emprendimiento, etc. ¿Qué suele ocurrir? Normalmente los currículos pecan de ser o bien demasiado técnicos o poco, no suele haber una combinación adecuada. Precisamente esa es una de las tareas que se ha marcado la CE: evangelizar sobre cómo tiene que ser la formación de los profesionales del futuro.
Supongo que, más allá de las escuelas de negocio, de carácter privado, el gran problema radica en la universidad pública, por la transformación que le tocará hacer y el coste que supondrá…
En efecto, cambiar los programas universitarios es complicado, pero algunos responsables de universidades empiezan a verlo. Hace falta, eso sí, evangelizar más, pero lo bueno es que la Comisión ha tomado esta bandera y está trabajando para buscar socios locales que apoyen estas iniciativas. Está esforzándose para generar conciencia al respecto.
Volvamos al tema de la escasa presencia de mujeres en las carreras técnicas. ¿Por qué en el siglo XXI siguen siendo una minoría tanto en las universidades como en el mundo laboral relacionado con la tecnología?
Es un problema de percepción. La mayoría considera que estas carreras y, en general, dedicarse al mundo de la tecnología cuesta mucho trabajo y no se obtienen al final las recompensas justas. Además, a esto hay que sumar la imposibilidad de conciliar su vida personal con el mundo laboral. Más del 50% de las mujeres de entre 35 y 45 años deja de trabajar y no vuelve, según el informe Factor Atenea. Es inadmisible que haya incluso empresas como Yahoo!, liderada por una mujer, que limite la conciliación. Por otro lado, no lo vamos a negar, en general se piensa que este tipo de profesiones son muy aburridas. Hay un claro problema de percepción.
“Más del 50% de las mujeres de entre 35 y 45 años deja de trabajar y no vuelve”
¿Y cómo es trabajar en tecnología, según su propia experiencia?
Es un espacio donde no dejas de hacer cosas nuevas constantemente. Es un mundo en el que tienes capacidad de plantear nuevos modelos de negocio, hacer las cosas de manera diferente, un trabajo de pura innovación. Las mujeres, que somos tan creativas y en general estamos muy preparadas para el uso de la tecnología, son personas ideales para desempeñar este tipo de trabajos. La eficiencia de una mujer es exactamente igual a la de un hombre en estos trabajos. La mujer no tiene límites en el mundo de la tecnología. Un trabajo como el relacionado con big data, por ejemplo, está hecho para la mujer, que es muy capaz de interpretar la información y darle un sentido. Sin duda emprendimiento, tecnología y mujer es el trinomio perfecto. Es una verdadera pena que no se estimule la presencia de la mujer en estos espacios y que todavía solo el 20% de los técnicos de informática sean mujeres, frente al casi 54% de mujeres que trabajan en los sectores de servicios ajenos a las TIC.
“La mujer no tiene límites en el mundo de la tecnología” Mencionaba el emprendimiento pero este es también un sector con poca presencia femenina…
Es por el miedo. Muchas piensan: “¿Merece la pena?”. En España no hay segundas oportunidades. Si fallas, malo, pero si fallas y eres mujer estás acabada. Sin duda las mujeres tenemos muchas más barreras para intentarlo, además, tendemos a ir a las profesiones más seguras.
¿Cuáles son los factores para emprender con éxito?
Ingenio, es decir, ser creativos, dar una vuelta a las cosas y usar para ello las metodologías ágiles de gestión; la pasión, poner todo el empeño para que los proyectos funcionen; y la inteligencia, es decir, que si vemos que no está saliendo bien nuestra iniciativa paremos a tiempo. No todos los proyectos tienen que ser exitosos. Muchas veces se alcanza el éxito después de haberlo intentado varias veces.
Precisamente acaba de publicar un libro llamado Ingenio y Pasión en el que aborda estos temas y explica una metodología llamada Innova 3DX. ¿Puede explicar en qué consiste esta última?
Con este método se persigue potenciar al máximo la innovación a través de la gestión del comportamiento del equipo humano. Si no sabes potenciar a tus empleados no vas a ningún lado. Gracias a esta metodología es posible medir el ecosistema global de una organización e influir en el liderazgo. Para ello, y no hay muchos métodos que lo hagan, se evalúa a los jefes y se valora hasta qué punto estimulan la innovación de sus empleados. Por otro lado, se mide también el potencial innovador de los trabajadores, que va más allá de la creatividad y se impulsa a través de la autoestima y el optimismo. Finalmente se potencia la pasión por la innovación, se mide hasta qué punto se motiva a los empleados y si estos tienen miedo a innovar.
¿Ha aplicado este método en alguna empresa real?
Sí, en Telefónica. Se analizó a 2.000 personas. Trabajamos también con diversas consultoras del mercado para que lo pongan en práctica. Ese es al menos mi objetivo, aunque también es una herramienta de concienciación sobre la importancia de la innovación en las empresas.
Por último, ¿qué consejo daría a una joven que quisiera dedicarse al ámbito de las TIC?
Que pierda el miedo, que ponga toda la carne en el asador, que mire hacia delante. Hay tanto trabajo, tan bonito y tan bien remunerado en este sector… Las mujeres tienen que apostar por él.